Hasta diciembre pasado, y una vez al mes unas 30 mujeres recogían microbasurales en el barrio Belisario Roldán y llamaban al almejero. Como el gobierno de Arroyo dejó de enviarlo debieron suspender su colaboración solidaria.
Hasta diciembre del año pasado, los pobladores del barrio Belisario Roldán tenían “semirresuelto” el problema de los microbasurales.
Una vez por mes o mes y medio una brigada de 20 a 30 mujeres salía a la calle con escobas y otros elementos de limpieza.
Salían todas juntas con el objetivo de recoger todo tipo de desperdicios, desde bolsas no levantadas por el servicio de la 9 de Julio, hasta colchones, lavarropas o calefones desechados, ramas, es decir todo lo arrojado, especialmente en los baldíos, por los tan mentados vecinos desaprensivos.
Toda la basura que así recogían la metían en uno o dos contenedores previamente provistos por el Enosur, o de no contar con esos recipientes la amontonaban en un sólo predio y luego llamaban al mismo organismo municipal, que en los días subsiguientes la levantaba con el almejero.
Sin embargo, la colaboración de la brigada de mujeres y su complementación con la comuna se interrumpió en diciembre del año pasado, simplemente porque la Municipalidad dejó de mandar el almejero.
Y los microbasurales reaparecieron
De nada sirvieron los insistentes llamados de las vecinas ni las notas presentadas en el Palacio Comunal, ni los reclamos expresados personal y directamente al intendente Arroyo. Nunca más el Enosur, ya bajo la administración de Cambiemos, envió a ese barrio, donde los microbasurales prácticamente habían dejado de ser un problema, un contenedor o el almejero.
De tal modo, los microbasurales volvieron a “florecer” en los últimos meses, por obra de quienes, en opinión del intendente Carlos Arroyo, deberían ser detenidos o cuando menos fuertemente sancionados una vez que él mismo, la policía o agentes municipales los atrapen in franganti tirando sus desperdicios en la vía pública.
No está demás subrayar que la experiencia de las mujeres limpiadoras tenía lugar en Belisario Roldán. Sí… el mismo barrio elegido por Cambiemos y el actual gobierno comunal para que el presidente Mauricio Macri y la gobernadora María Eugenia Vidal anunciara el pasado 12 de agosto un importante plan de obras destinados a ese y otros barrios postergados de Mar del Plata.
Como todos saben, ese acto terminó mal por la absurda agresión de un grupo de infiltrados que comenzaron a tirar piedras contra los vehículos oficiales, aprovechando la imprevisión de los organizadores y la pasividad de la policía.
Para Mayte Martínez, vecina muy activa en Belisario Roldán, que hayan dejado de enviar el almejero nada tiene que ver con la meneada crisis financiera del municipio. Es lógico pensarlo: no debe ser tan costoso enviar un almejero a un punto de la ciudad una vez por mes.
Mayte no duda en decir que “la razón es política”. “Pasa -dice- que yo soy kirchnerista y otras mujeres que hacían la tarea también lo son; todo indica que nos cortaron el apoyo por este motivo”.
La señora Martínez forma parte de una agrupación de militancia llamada “Territorio Mar del Plata”, integrante de la ONG Nunca Menos.
Agentes de Salud
También es “agente de Salud”, es decir operadora de uno de los programas de asistencia comunitaria creado unos cuatro años atrás con la misión de ser un puente en prevención sanitaria entre los vecinos y los centros de atención.
El programa, similar en ciertos aspectos al de las manzaneras de Duhalde, cuenta aún con 25 agentes que actúan en nueve barrios de la salud. Cobra cada agente actualmente unos 3.500 pesos por brindar servicio unas 15 horas a la semana, pero “generalmente terminamos trabajando el doble de esas horas”, asegura Mayte.
El secretario de Salud de la Municipalidad, doctor Gustavo Blanco, mantuvo contacto con las “agentes” desde que asumió el cargo. Se comprometió a apoyarlas.
Sin embargo, según Mayte, el programa está próximo a vencer y no sería renovado: “El próximo martes tendremos una reunión con el doctor Blanco que sería decisiva; tendríamos una definición sobre si el programa sigue o no”.
No sería de extrañar que la continuidad o no del programa de Agentes de Salud suponga para el ajetreado gobierno municipal otro frente de conflicto con derivación en la Justicia.